La semana que paso tuvo lugar en Bariloche Argentina, la Cumbre de la UNASUR cuyo tema central fue el acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos, en donde el primer país acepa la instalación en su territorio de siete bases militares, según sus promotores, para apoyo a la lucha contra el narcotráfico y ayuda humanitaria. ¿Es una amenaza real a Sudamérica?, ¿Son bases para ayuda humanitaria y lucha contra el narcotráfico o para control militar estadounidense en la región? ¿Qué significa en realidad este acuerdo?
Algunas intervenciones de presidentes durante la cumbre ilustran bien la situación:
Hugo Chávez:
“Vientos de guerra comienzan a soplar“, y agrego “las bases militares son la estrategia de la dominación global de Estados Unidos y su verdadero interés es expandir su dominio y no ayudar a Colombia a combatir el narcoterrorismo”
Rafael Correa:
“No nos engañemos, ustedes no van a poder controlar a los estadounidenses”
Cristina Fernández:
este “estado de beligerancia inédito e inaceptable”
Evo Morales:
es “obligación” (de Unasur) “salvar al pueblo colombiano de los militares norteamericanos”
Álvaro Uribe:
“No corresponde a Unasur llamar a rendir cuentas a Barack Obama”
La historia se repite. Estados Unidos esta de vuelta.